Las Cinco Dimensiones
Tu libre albedrío representa el poder de expresar tu energía creativa y tu divinidad, una vez integrada, en la tercera dimensión. Puedes utilizarlo de la manera que consideres necesaria y adecuada.
Significa que puedes expresar tu energía de forma ilimitada y ningún poder en el universo juzgará, alterará ni influirá en modo alguno en tus elecciones energéticas.
Tu libre albedrío es la fuente de todos milagros que puedes llevar a cabo, de la maestría y la manifestación; representa el poder ilimitado y también el acceso a tu potencial infinito.
Cada aspecto dimensional de la voluntad tiene una función en el camino de Ascensión. Y todos ellos deben aplicarse a la vez, en armonía congruente, si deseamos activar la capacidad de manifestación. Dicha capacidad es tu divina y te ayuda a cumplir tu propósito de crear una realidad de armonía congruente.
En la primera dimensión, tu voluntad existe como las energías de luz y oscuridad que se identifican como el bien y el mal. Es una dimensión muy limitada, con poco potencial para el crecimiento y la expansión. Las decisiones que tomas en este sentido es estar en la luz o en la oscuridad, ser bueno o malo.
La segunda dimensión, es la conexión mente/cuerpo, donde recibes, integras y te alineas con la energía sin tener aún conciencia. En esta dimensión tu voluntad crea una realidad cuya forma depende de la vibración y la frecuencia de tu energía en la primera dimensión.
La tercera dimensión, es la energía de las emociones. En ella creas un espejo emocional de las energías que elegiste en la primera dimensión y de la forma que creaste en la segunda. La tercera dimensión es la conexión del cuerpo emocional, que filtra la energía que después recibirás y expresarás. Es donde juzgas la luz, la oscuridad, la estructura, la forma y cómo tu cuerpo emocional responde a lo que has creado.
La cuarta dimensión, es la intuición, el puente entre las realidades material y espiritual. Para poder pasar a la cuarta dimensión debes aprender la aceptación, el perdón, el discernimiento y el desapego, lecciones que aprendiste en tu experiencia de la tercera dimensión. La cuarta dimensión puede relacionarse con la divina (Trinidad); mente, cuerpo y emociones, están equilibrados y expandidos por el espíritu y la conexión con frecuencias superiores.
Las energías clave de cuarta dimensión son la conciencia y la intención. El propósito es la integración de la parte humana, la parte espiritual y la divina. Esta integración influirá en tu capacidad de creación, ayudándote a salir de las reacciones inconscientes y del miedo para controlar tus respuestas y crear la maestría de los milagros, la creación intencional, la congruencia energética del Ser y la conciencia del mismo.
La quinta dimensión, visión y conocimiento. La cual requiere previamente el despertar y la conexión con tu guía interior intuitiva, con tu fe, tu confianza, tu poder como creador y la plena conexión con la Fuente. Cuando llegas a la quinta dimensión tu voluntad se conecta directamente con tu potencial más elevado, tu Yo Superior y la Fuente, y sólo desde ella puedes crear el Cielo en la Tierra.
Al comprender las muchas dimensiones de tu voluntad puedes saber cómo usar la energía para crear y desde qué niveles de dimensión lo estás haciendo. El miedo es la vibración energética más baja y la energía menos beneficiosa, pero estar en la alegría y en la luz de la verdad divina, es una de las lecciones que aún debe aprender la humanidad.
Abandonar el juicio y dejar de culparse para abrazar la aceptación y el perdón son el puente que conduce a las dimensiones superiores del ser. Utiliza tu voluntad para crear la realidad que más deseas para ti y el mundo se beneficiará. A su vez, estarás cumpliendo tu misión del alma y tu propósito de vida al difundir las energías del amor y la alegría, y experimentarás la vida como la expresión más elevada de tu luz.
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